lunes, 4 de octubre de 2010

[Text 16]


 “Cuando en sus sueños juveniles había ideado un castillo roquero, una hermosa nazarena asomada a la ojival ventana, una cala de seda, un laúd y un galán, que era él, que robaba a la virgen del castillo, siempre había tropezado con la inverosimilitud de huir a lejanos climas sin las babuchas. Y era claro que las babuchas eran incompatibles con el laúd.” Clarín, Su único hijo.

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